Quitando eso de lado: si, esa nota que habíamos leído tenía razón, es la isla más hermosa del mundo. Hermosa para hacer senderismo, nadar un poco, tomar sol, conectarse con la naturaleza, disfrutar del silencio absoluto. Uno de esos placeres que uno se da pocas veces en la vida.
Volando a Chascomús en un PA 11
Acelerador: mil rpm, puerta de cabina: cerrada y trabada, cinturón de seguridad ajustado… Era un […]
Queridas mías – Clarice Lispector
El libro “Queridas mías” – o “Minhas queridas” en su versión original en portugués y […]
Pan con pasas en El Cairo – By Irene
En una nueva entrada de amigos invitados, una anécdota en Egipto de mi amiga Irene. […]
Nueva York: un paseo en bici en el Central Park.
Si hubiera tenido un solo día para estar en Nueva York, sin dudas habría elegido […]
Buzios: mil playas y una foto con Brigitte Bardot
Todo comenzó con la idea de una escapada de dos o tres días a algún […]
Llao Llao Hotel: la meca de los hoteleros
Llegar al Llao Llao es ver por qué todos los visitantes, nacionales y extranjeros, pierden la cabeza cuando vienen a este lugar: pura magia patagónica.
Rio de Janeiro: Garota de Ipanema
En realidad, nunca supe por qué comencé a estudiar portugués. Si lo pienso bien, tenía un enorme prejuicio hacia la cultura brasilera: me parecía que no había nada que me gustara de ella. Grave error.
Malba: México moderno. Vanguardia y revolución.
Voy caminando por las salas del Malba (Museo de arte Latinoamericano de Buenos Aires) con la piel de gallina, mirando cuadros y meditando en qué momento fue que empezó a interesarme esto del arte.
De viaje por Europa del este – Gabriel García Márquez
Gabo era un escritor, sí. Pero principalmente era un periodista. De raza, de oficio. Cualquiera que haya leído sus memorias (“Vivir para contarla”, Editorial Sudamericana) puede dar fe de ello.