En honor a la verdad: no me gusta el fútbol. Nada, ni un poco. No  miro partidos, no soy de ningún equipo y voy por la vida sin interesarme por la suerte de la selección camino al mundial. Se preguntará el lector, entonces, por qué fui a visitar el Maracanã. Bueno, soy una persona que siempre está dispuesta a conocer algo nuevo, aunque a priori no sea de mi agrado, y además fui acompañando a G. en retribución a su compañía en todos los otros lugares que a mi me gusta ir.

Así fue que nos levantamos una mañana y nos encaminamos rumbo al estadio Mario Filho. De seguro existen empresas que te lleven y te traigan, pero en este caso sería un despropósito, dado que se puede llegar muy fácilmente tomando el metro L2 (verde) de Rio. Para saber como hacer combinaciones de las líneas del metro, según el lugar donde se hospeden pueden hacer click acá.

Estación de metro Gral. Osorio, Ipanema.

Como nosotros estábamos alojados en la zona de Arpoador, justo donde se juntan las playas de Copacabana e Ipanema, nos tomamos la línea naranja en Gral. Osorio, y después conectamos con la verde en la estación Central. De ahí son tres estaciones más hasta la del Maracanã.

Mirando el mapa, puede parecer complicado cruzar la carretera que separa las vías del tren con el estadio, pero no podría ser más directo el paso ya que de la salida misma de la estación hay un puente peatonal que baja justo en la entrada a la cancha.

Estación Maracanã

Las entradas se adquieren en la boleteria a un valor de R$50.00 reales con el derecho al tour guiados (en inglés y portugués) de 9:00 a 16:00 hs. Es importante tener en cuenta que los días que hay partido las visitas terminan tres horas antes del inicio del mismo, así que conviene chequear esta info antes de ir.

Taquilla del estadio.

La duración aproximada del tour es de 40 minutos, y se visitan: los vestuarios, los palcos, la platea, la sala de prensa y por supuesto el campo de juego, que incluye la entrada por el mismo túnel por el que ingresan los jugadores antes del partido. Por lo que. aunque no sean aficionados a este deporte, no deja de ser un paseo interesante para los curiosos en general.

Vista del campo de juego desde las plateas.
Trabajadores en el campo de juego.
La pelota del mundial.
Turistas en la sala de prensa

Además, caminando por unos corredores que rodean el estadio se puede observar una de las favelas más grandes de Rio, el barrio de Mangueira, de donde salió la conocida escola de samba, con una vista que sería difícil obtener desde otro punto.

Barrio Mangueira

Para mayor información sobre el tour y el estadio, pueden ingresar acá.  Y para terminar, los dejo con algunas fotos más:

Campo de juego
Tienda de recuerdos
Vestuarios
Vista del cristo desde una de las tribunas

 

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